La terapia de pareja puede ayudar a salvar la relación y recuperar una vida en pareja plena.
En otras ocasiones la convivencia ya no es posible y la pareja toma la decisión de separarse. También entonces la pareja acude al terapeuta para buscar una solución de una forma “civilizada”. También existe la posibilidad de apoyar para informar a los hijos, para buscar el mejor régimen de visitas según las características de cada familia, etc.
Lo importante es acudir cuando aparecen los primeros signos de alarma que indican que la relación se está deteriorando. Así favorecemos una mayor probabilidad de éxito.
La terapia de pareja basada en la orientación cognitivo-conductual,está clasificada como una terapia con evidencia probada de eficacia.